lunes, 22 de julio de 2019

Mi llama



Mi pasado se ha quemado
los megabytes han desaparecido
¿Cómo puede ser?
¿De la noche a la mañana?
Siento desconfianza
Pienso, ¿y los megabytes?
Sin pasado,
Preocupada por que no se apague el fuego,
por limpiar bien el baño,
por no estar demasiado tiempo encerrada,
Todo esto sin pasado,
y a veces sin presente.
Listo ya heché la leña,
ya cuidé mi llama.
Encontrar una hoja en blanco me aterra,
ya no escribo,
es como si no supiera.
Pensar que antes era un adjetivo,
un adverbio, una palabra bien puesta,
todo lo que podía hablar de mí.
Un pasado de silencio y letras.
Ahora cenizas de megabytes...
¿Por qué he perdido mi material?
He perdido materia también,
materia gris,
ideas,
emociones,
amigxs,
confianza,
fotografías,
viajes,
contacto con el placer,
y con el tiempo libre.
Nada veo por delante
más que obligaciones
y rutinas exigentes.
No veo por delante.
Más que postergarme, no puedo.
Y la desesperación que me provoca
quedarme así como soy.
En el fondo me odio,
sé que no me quiero,
se que no me gusto,
Y sé! Que no tengo tiempo.
Como una loba me dedico
a lo que me toca
la suerte es loca
me paro en el presente y lo disfruto
pues crecen muy rápido
y son lo que más amo en el Mundo
Entonces? Qué tanto?
Hacer el té y las tostadas
una con manteca y otra mermelada.
Arropar, calmar, subir y bajar,
abrochar cinturones, correr para cambiar pañales,
sacar turnos, volverlos a sacar porque has faltado,
Vacunas si, vacunas no, completar el calendario,
en medio de esto el beso más lindo del Mundo,
la risa más bella del Mundo.
Claro que lo vale! Pienso...
Y lo hago bien,
Y lo hago mal,
Y lo hago bien devuelta,
pues no puedo renunciar.
Sin pasado.
Sin futuro.
Solo aquí puedo guarecerme;
en el poco silencio que me queda,
en la soledad más profunda,
en la genética más despiadada,
en la llama que aún no enciende.