viernes, 4 de julio de 2014

Niní - La galaxia


(Yana, la florista)

El puesto de flores de Niní ha crecido muchísimo, ahora está investigando el cultivo hidropónico aunque le parece una pelotudez. Vende ungüentos sanadores en el puesto y fotocopias de libros inconseguibles.
La señora vecina y ella han entablado una gran amistad que se fue nutriendo a fuerza de mates y música de John Coltrane. Muchas charlas sobre actores de Hollywood y calles de capital federal -más que calles, intercepciones- hablan todo el tiempo de buenas intercepciones (esquinas) para poner puestos de flores. Ustedes sabían que los puestos de flores sólo funcionan en las esquinas ¿verdad? como tantas otras cosas… por ejemplo: un buen abandono, un buen abandono se realiza en una esquina nunca a mitad de cuadra. En fin, cantidad de gente amiga y camarada forman parte del Universo de la vida de Niní. Y hablando de Universo… pienso en una galaxia y hablando de galaxia hablo de Niní que tiene una galaxia de vacío en el pecho ¿Ustedes lo sabían? ni ella lo sabe. Se estima que la misma fue creada en una vida anterior allá por el 1954. Niní fue ensuciando karma en vez de limpiarlo, tanto que finalmente arrastró su galaxia hasta aquí y la agrandó. Es una enormidad de nada que ella no puede sentir, porque cuando estás distraído con diversiones poco genuinas no podes sentir las galaxias de vacío que llevás en el pecho. Pero hay días… esos son los días que suena Jonhy Cash en el puesto de flores, hay días que está a punto de cerrar y aparece una mariposa naranja que se posa en un gladiolo y juguetea, Niní se lo permite; mira para arriba, encuentra el nido que hay en la Acacia y ve al ave “rompepelotas” -como le dicen en el barrio- el ave la mira a Niní, la mira fijo, la mariposa se le monta en el pecho y el ave “rompepelotas” baja la mirada al centro cardíaco de Niní, la mariposa comienza a aletear para llamarle la atención, ella mira levemente para abajo, de refilón y ahí la vé, allí está, girando con un movimiento casi imperceptible, allí frente a dos testigos clave, está la galaxia de vacío que tiene Niní en el pecho. Pero esos son pocos días en el año, las demás jornadas ni sabe ni siente ni escucha el desgarrador sonido del silencio que contiene esa gran Nada.

3 comentarios: